7 curiosidades sobre el proceso de creación del nuevo Seat Ibiza
El proceso de creación de un nuevo vehículo encierra dentro de sí una serie de curiosidades que los mortales desconocemos. En el caso del nuevo Seat Ibiza, la tecnología más puntera y la creatividad de un equipo de 200 diseñadores se combinaron en el proceso de diseño. Los sistemas de recreación tridimensional convierten los trazos de un diseñador en un vehículo virtual. Sin embargo las manos artesanas de un escultor siguen siendo necesarias para convertir por primera vez una idea en realidad. Al detalle, estos son los pasos que se siguen.
Lápiz, papel y 2.000 esbozos
El nacimiento de un coche es siempre en papel y lápiz. El equipo de diseñadores proponen hasta 2.000 bocetos, de los que solo podrá ser elegido uno. Su misión es la de trazar la personalidad y las líneas maestras del nuevo modelo. Los referentes pueden llegar del mundo de la arquitectura o la moda. Así, un bolso, unos zapatos o un edificio sirven de inspiración a la hora de diseñar, por ejemplo, un asiento.
Sketches en 3D
La estética y la creatividad deben acomodarse también a las exigencias técnicas. Gracias a la tecnología 3D y los programas de maquetación los esbozos se convierten en tridimensionales para que el diseño del vehículo resulte funcional.
Como si de un videojuego se tratara
Utilizando un programa similar al de creación de videojuegos o películas de animación, se percibe como quedará el diseño del coche nuevo. Con unas gafas Full HD, los ingenieros tienen las primeras sensaciones al volante dentro del vehículo virtual. Gracias a estas técnicas, se logra que el tiempo de producción sea 10 veces más rápido que con los procesos tradicionales.
Un Seat Ibiza de arcilla a tamaño real
El llamado ‘clay model’ sigue siendo necesario para apreciar a escala real los volúmenes del nuevo coche. Un escultor se encarga de dar forma a 2.500 kilogramos de arcilla usando una espátula y una fresadora perfila con precisión las líneas del futuro vehículo.
100 fórmulas para un solo color
Detrás de la paleta de colores de un vehículo hay tres años de trabajo para crear cada tono. En el laboratorio de pintura, creatividad y química se unen para dar con la tonalidad deseada. Se llegan a realizar unas 100 formulaciones diferentes para lograr un color.
Cuestión de tacto
No solo se trata encontrar el tono adecuado, sino también las texturas que el futuro cliente percibirá en el exterior y el interior del coche. De esta manera, diseñadores gráficos, textiles y licenciados en Bellas Artes se unen para estudiar las superficies y definir las propuestas para puertas o tableros, combinando mates y brillos, distintos gravados de la piel o tipos de costura.
El volante del Seat Ibiza, tapizado 100% a mano
Todos los volantes se cosen a mano, con una aguja curva y la destreza como únicas herramientas del costurero. Diseña él mismo los patrones y usa hasta 3 kilómetros de hilo por color para tapizar manualmente los asientos o el freno de mano. Este profesional forma parte del equipo de 200 personas que participan en el diseño de un coche, donde trabajan junto desde artesanos a especialistas en técnicas de recreación digital.